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¡
Please, señora, welcome ! Ksar Al-Kharrana es el primer castillo
del desierto que encontrarán en la carretera de Azraq, a unos cientos
kilómetros al este de Amman. Jordania fácilmente se visita
partiendo de su capital, pero en coche es mejor que tengan un plano excelente,
¡esta ciudad de muchos tentáculos puede volverles locos dando
vueltas! En la carretera de Azraq, ustedes seguirán el desfile
permanente de los camiones vetustos y tambaleantes que van a abastecer
Bagdad. No se extrañen de que de repente la carretera se ensanche:
¡se convierte en aeródromo! Ksar Al-Kharrana es un gran caserón
cuadrado construido en el 712 d.C. por Al-Walid I, un califa instalado
a Damas. Aquí recibía los jefes de los tribus nómades
de beduinos para asegurarse sus lealtad. La entrada es gratuita, pero
sobre todo que no se olvidan del guía alegre y barrigudo.
¡ Please, señora, welcome ! En el aparcamiento, unos beduinos
han puesto la tienda, venden tarjetas postales y algunas baratijas, pero
les importa un bledo si ustedes compran o no. Beban un té con ellos,
cocea a fuego lento y continuamente sobre las brasas, prueben el café
beduino, les evitará de dormir por toda la semana, empecen la conversación
en una lengua a selección, los beduinos son excelentes comunicadores.
También pueden ustedes pasar la noche con ellos, el ambiente de
seguro es agradable, pero la comodidad nula. Eviten las películas,
a menudo superadas desde mucho tiempo, y por eso ¡ que estén
alerta en todos los sitios !
Vuestra vigilancia por otra parte no servirá para otras cosas,
Jordania es el país más tranquilo que visité y uno
de los más seguros: no hay robos, ni solicitaciones permanentes,
ni anarquistas, ninguna violencia
La confianza es por todas partes
total. Demasiados posibles turistas confunden Jordania y Cisjordania:
aquí no hay metralletas, tanques o soldados, las policías
son afables, los habitantes de Jordania son cordiales, divertidos
El turismo en Jordania tiene dificultad para desarrollarse, es una lástima,
pero ¡que aprovechen de prisa! ¡Pronto, este país con
mucho tan bonito como Egipto (y de seguro más barato), será
contaminado por los autobuses acondicionados !
La carretera de los
castillos del desierto les ocupará todo el día, hay
un castillo aproximadamente cada 15 km., los más bonitos son, según
mi opinión, el primero y lo de Azraq, un
oasis donde podrán ustedes comer, les aconsejo los cenadores
de Al-Shallal al-Mountazat, primero a la
derecha después del castillo negro, donde habría dormido
Lawrence de Arabia. ¡Cuidado! Es el Napoleón de allá,
durmió en cada parte, pasó en cada parte, les harían
admirar también las habitaciones donde nunca fue: aquí,
¡les aseguro que Lawrence de Arabia nunca vino! ¿No? Oh,
clic-clac, gracias Kodak, ¡una habitación que Lawrence de
Arabia nunca vio!
Se regresa por la carretera del norte, pero sería una lástima
consagrar solamente unos minutos a Umm-al-Jimal. ¿mi consejo? Trazar
después de Azraq para pasearse tranquilamente en las ruinas conmovedoras
de Umm-al-Jimal hasta la
noche, para no perder las sombras que se alargan sobre sus ruinas desérticas
de basalto negro, donde viven solamente ovejas y cabras. Umm-al-Jimal
fue abandonada por sus habitantes de repente, en el año 747 d.C.
y nadie sabe el porqué: en aquella época la región
era tranquila. Tres siglos a.C., la ciudad se atrincheró con tanto
apresuramiento, arrancando en la prisa las tumbas de su cementerio, para
convertirles en bastiones. Y de eso ningún histórico tiene
una explicación
Yo me enamoré de Umm-al-Jimal, a la
frontera con Siria, cerca de Irbid. Imagínense el contraste: a
Irbid le corresponde la primacía mundial de los cibercafés
en una sola calle, son ciento dos que se dividen la calle principal,
que absolutamente hay que recorrer por la noche, ¡cuando los letreros
luminosos dan a esta ciudad universitaria reputada en todo el mundo aires
de Las Vegas!
Jordania se saborea con toda tranquilidad, hay pocos turistas que se aventuran
solos, peor para ellos, pero mucho mejor para nosotros, se cruzan solamente
grupos encuadrados que es fácil evitar, tanto son previsibles.
A los Jordanos, que aprecian que ustedes vayan a verlos solos y sin guía,
les encanta ayudarles: hagan la visita en dirección contraria,
los turistas dan media vuelta a la mitad. Si ustedes son en autocar, no
son turistas, ¡son huéspedes!
Vuelta a Amman. La ciudad
no es bonita, los zocos no son atractivos, de hormigón, funcionales,
pero ustedes pueden pasear allí sin ningún temor. Justo
en el centro de la ciudad, el teatro romano muy bien conservado, guías
simpáticas, oficialmente poliglotas, que entienden poca cosa, orgullosamente
hacen gala de su insignia de guía titulada. Elijan uno de ellos,
les enseñará un montón de detalles y les propondrá
acompañarles a la ciudadela. Síganle, el punto de vista
merece la pena, así como algunas ruinas restauradas por los españoles.
Les recomiendo dos hoteles, con una clara
preferencia para la acogida y la atención del personal del Hotel
Hisham, ¡donde pueden alquilar un coche de dos a tres veces
más barato que con un tour-operador o un centro de reserva tipo
AVIS o EUROPCAR! Ustedes pueden también comer allí (el restaurante
es decente, sin más), y todos se partirán el pecho para
ayudarles, aconsejarles, echarles una mano
El tipo de cambio es
bueno: no vayan a Jordania con euros, llévense dólares americanos,
es la moneda oficial, que desencadena una sonrisa. Sacarán dinars
jordanos a los cajeros automáticos con su Visa: hay en todas partes,
también en provincias. El Hotel Hisham es la mejor dirección
de Amman, ineludible, pero a menudo completo, es claro. La
solución de soccorso se llama el hotel Canary. Coman ustedes
en pequeñas tabernas, como Al Maeda, una
tasca situada justo en frente del teatro romano, donde les aconsejo
que eviten el plato típico beduino que ellos quieren que ustedes
prueben, cuyo nombre he olvidado. Me gusta descubrir nuevos sabores, pero
es objetivamente infame, aquí y en otra parte, cabezón,
he probado varias veces.
Ningún restaurante ha merecido de verdad mi interés, sobre
todo los más famosos, muy decepcionantes. De verdad no tuvo el
tiempo de explorar el barrio moderno de Amman, que vive la noche, me lo
reservo por la próxima vez.
La gastronomía jordana se parece a la gastronomía siria,
libanesa y turca, primero entradas (mezzehs), houmous, verduras y hortalizas
aliñadas en crudo, ensaladas, luego sobre todo parrilladas, shish,
kebab, brochetas
con pan excelente.
Otros paseos que no hay que dejarse escapar saliendo de Amman, es el Norte,
con, además del ineludible Umm-al-Jimal,
Ajloun, Umm-Qais y sobre
todo Jerash, de que podría
también hablarles por horas (saluden de mi parte mi amigo Mohamed,
vendedor de los zocos). Salgan siempre de los sitios para comer, den unos
pasos, entren sin duda y sin miedo en los restaurantes,
como a Jerash, el Janat Jerash y el Al-Khayyam.
Es mejor dormir a Ajloun, no tanto porqué está lejos sino
porqué el hotel y el restaurante merecen la vuelta ¡es el
Rabad Castle Hotel, con un personal encantador, una mesa de calidad y
una vista inolvidable! Por la mañana, la carretera de la
montaña que les lleva en la valle del Jordán es inolvidable.
Jordania es una tierra de contraste, un mosaico de paisajes, un juego
de la oca donde ustedes muchas veces cambien de casilla, montaña
desértica y escarpada, desierto de piedras, valle desértica
del Jordán, luego, más lejos, el mar muerto y nuevas montañas
para volver a Madaba, al
sur oeste de Amman, peñones azules, rojos, amarillos
Jordania
es el país más bonito que vi en mi vida y también
uno de los más atractivos.
Otro sitio que me permite decir que Jordania es tanto magnifico como su
vecino Egipto, es Pétra,
casco de nabab precioso que da de llorar, ¡de tal modo emocionante
y grandioso que él solo, si fuera necesario, justificaría
el viaje! Por la noche, aquí también, prefieran ustedes
los restaurantes locales en el centro de la ciudad donde no hay un solo
europeo que pasea, todos se quedan aislados en sus hoteles de lujo.
Les aconsejo el Rose City Restaurant, a unos metros de la entrada del
sitio de Pétra, donde se come super bien, a casi 7,5 euros,
sin alcohol, aun si los vinos
jordanos son muy buenos y sobre todo muy prometedores, como el Latroun,
el Mount Nebo
la próxima vez, ¡lo prometo!
Pétra es una ciudad nabatea cuyos palacios, casas y tiendas son
excavados directamente en la peña, se llega allí por un
largo surco excavado por las aguas en la peña por dos kilómetros.
El primer monumento que se descubre, es el Trésor, Indiana Jones
encontró el Santo Graal, Tintin encontró el Emir Ben Kalish
Ezab en "coke en stock", el padre del principe Abdallah, tuno
que rompe todo a Moulinsart, al cual el capitano Haddoch y Tintin dieron
una azote en "au pays de l'or noir". La alusión es clara:
el nuevo Rey de Jordania es el antiguo príncipe Abdallah: encuéntrenle
en su sito persiana sobre.
Pronto les hablaré detalladamente de Pétra,
pero también de Wadi Rumm,
de Aqaba que no me
gustó, de Jerash donde
me encantaría vivir, y también de todo lo demás ...
Voy a parafrasear Kennedy a Berlín: ¡Im a Jordanian!
paru dans Gazoline
75 de décembre 2001
© Pierre-Brice LEBRUN & Gazoline
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